Mis nobles camaradas... siento no haberos podido asistir en vuestra última contienda. Asuntos divinos me llevaron a las altas cumbres del Nierderhorn... allí me tuve que batir con extrañas criaturas que se deslizaban por la nieve, demonios hechos de niebla, agujeros traicioneros ocultos por la recien caída nieve y otros terrores que encogerían vuestros corazones.
Quiera Moradin que en breve os pueda asistir con mi martillo y mis oraciones. Entre tanto, que vuestras armaduras sean tan resistentes como el Yunque del Padre, vuestras armas más afiladas que el frío viento que sopla en las altas cumbres de los Reinos Enanos y que en vuestro carazón arda la llama del Fuego de la Gran Forja.
Me cagüenlaleche. ¿Desde dónde resuena esta voz ronca y conocida? Allí donde estés, maese enano, que su martillo se enarbole en defensa de la justicia. Esperamos encontrarte pronto
Mis nobles camaradas... siento no haberos podido asistir en vuestra última contienda. Asuntos divinos me llevaron a las altas cumbres del Nierderhorn... allí me tuve que batir con extrañas criaturas que se deslizaban por la nieve, demonios hechos de niebla, agujeros traicioneros ocultos por la recien caída nieve y otros terrores que encogerían vuestros corazones.
ResponderEliminarQuiera Moradin que en breve os pueda asistir con mi martillo y mis oraciones. Entre tanto, que vuestras armaduras sean tan resistentes como el Yunque del Padre, vuestras armas más afiladas que el frío viento que sopla en las altas cumbres de los Reinos Enanos y que en vuestro carazón arda la llama del Fuego de la Gran Forja.
Me cagüenlaleche. ¿Desde dónde resuena esta voz ronca y conocida? Allí donde estés, maese enano, que su martillo se enarbole en defensa de la justicia. Esperamos encontrarte pronto
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