miércoles, 12 de enero de 2011

GRANDES GESTAS, GRANDES PERDIDAS...

Dicen que la talla de los heroes se mide por la grandeza de sus enemigos. Tras vuestra última batalla se puede decir que os habeis ganado ese título con creces. Sólo los muy locos, o los muy bravos, hubiesen osado enfrentarse al Caballero Maldito. Cuando la batalla terminó, los heridos comenzaron a despertar. Todos menos uno. Dolser, el ermitaño, el silencioso, había caido. Siempre fue el primero en enfrentar el mal. El primero en defender a sus compañeros.

Pero ya habrá tiempo de llorar a los muertos. La neblina de corrupción que envuelve el monasterio no se ha retirado. Un mal innombrable aguarda entre los muros de la abadía. Secad vuestras lágrimas, afilad vuestro acero y empuñadlo en nombre de la venganza!

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