I
Anoche llegó un peregrino interesante. Caradon de Skingrad, clérigo de la fe. Dice huir de las tierras del Conde Valedon. Llegó a la abadia en el fragor de la tormenta, con una advertencia. Alguien pretende robar la Mano de Albrecht. Pero no tiene sentido. Quien desearia tamaño fraude?
II
Hemos desenmascarado al ladrón, un joven escudero de Ser Galvan llamado Rodrik, cuando se disponia a huir con la reliquia. Su cuerpo reposa en el camposanto. Que Lathander juzgue su alma!
PS: Debo reconocer que el consejo de Caradon ha sido de la máxima importancia.
El peregrino lleva ya meses con nosotros, y tras la reciente muerte del abad Cassel, los monjes pretenden nombrarlo a él. Me alegro, sus conocimientos y su conversación estan resultando ser un oasis en medio de este rincón olvidado del mundo. Su fe en la Mano del Santo es, mal que me pese, superior a la mia. Pero debo reconocer que desde su llegada, los peregrinos han aumentado el flujo de visitas, y los diezmos a la iglesia se han multiplicado. Tal vez su venida sea el milagro que esperabamos.
Loado sea el señor de la Mañana. Su luz nos ilumina en estas frias montañascon la forma del buen Caradon. El sigue diciendo que la buena ventura que disfrutamos es cosa del santo y su sagrada reliquia. Tal vez sea cierto, si el lo dice...
La población civil de la abadia llega ya a las 347 almas, entre clérigos y sirvientes. El flujo de peregrinos ronda los millares en epoca de mercado. Lathander sea loado!!
Ayer, el abad Caradon recibió correo de la iglesia de Skingrad. Las tropas del Conde Valeron se han movilizado hacia aqui. Caradon presiente que vienen para hacerse con nuestra sagrada reliquia. Que vengan! Somos el escudo de la Mañana. Nuestros son el deber, la justicia y la lealtad! No pasaran!
El asedio dura semanas. Los viveres comienzan a escasear, pero pronto recibiremos el apoyo del baron Markelhay y Lord Greyjoy. Con la ayuda de Lathander, resistiremos.
Lord Greyjoy se retrasa. Si cae el invierno no lo lograremos. Pero antes la muerte que dejar que nuestra sagrada Mano caiga en garras infieles.
Muchos han muerto de hambre. Ser Halloway me insta a rendir la plaza. Anoche intentó abrir la puerta de la muralla. Hoy, su cabeza esta clavada junto a la de sus rebeldes en el patio de armas. Mis fieles han comenzado una purga entre los aldeanos para separar el grano de la paja. Solo los puros son dignos de defender la Mano de Albrecht.
Tenemos hambre. Y frio. Esos bastardos esperan al pie de la colina. Los oigo. Ayer escuché gritos, y clamor de cuernos, pero hoy... hoy nada.
Tengo hambre...
Caradon tiene razón, como siempre. Es la única solución. Los impios serviran a una buena causa. Sus cuerpos alimentaran nuestra fe, y nuestros estomagos. Juramos proteger la reliquia hasta el fin de los tiempos.
Que asi sea!!!
PS: Debo reconocer que el consejo de Caradon ha sido de la máxima importancia.
III
El peregrino lleva ya meses con nosotros, y tras la reciente muerte del abad Cassel, los monjes pretenden nombrarlo a él. Me alegro, sus conocimientos y su conversación estan resultando ser un oasis en medio de este rincón olvidado del mundo. Su fe en la Mano del Santo es, mal que me pese, superior a la mia. Pero debo reconocer que desde su llegada, los peregrinos han aumentado el flujo de visitas, y los diezmos a la iglesia se han multiplicado. Tal vez su venida sea el milagro que esperabamos.
IV
Loado sea el señor de la Mañana. Su luz nos ilumina en estas frias montañascon la forma del buen Caradon. El sigue diciendo que la buena ventura que disfrutamos es cosa del santo y su sagrada reliquia. Tal vez sea cierto, si el lo dice...
V
La población civil de la abadia llega ya a las 347 almas, entre clérigos y sirvientes. El flujo de peregrinos ronda los millares en epoca de mercado. Lathander sea loado!!
VI
Ayer, el abad Caradon recibió correo de la iglesia de Skingrad. Las tropas del Conde Valeron se han movilizado hacia aqui. Caradon presiente que vienen para hacerse con nuestra sagrada reliquia. Que vengan! Somos el escudo de la Mañana. Nuestros son el deber, la justicia y la lealtad! No pasaran!
VII
El asedio dura semanas. Los viveres comienzan a escasear, pero pronto recibiremos el apoyo del baron Markelhay y Lord Greyjoy. Con la ayuda de Lathander, resistiremos.
VIII
Lord Greyjoy se retrasa. Si cae el invierno no lo lograremos. Pero antes la muerte que dejar que nuestra sagrada Mano caiga en garras infieles.
IX
Muchos han muerto de hambre. Ser Halloway me insta a rendir la plaza. Anoche intentó abrir la puerta de la muralla. Hoy, su cabeza esta clavada junto a la de sus rebeldes en el patio de armas. Mis fieles han comenzado una purga entre los aldeanos para separar el grano de la paja. Solo los puros son dignos de defender la Mano de Albrecht.
X
Tenemos hambre. Y frio. Esos bastardos esperan al pie de la colina. Los oigo. Ayer escuché gritos, y clamor de cuernos, pero hoy... hoy nada.
Tengo hambre...
XI
Caradon tiene razón, como siempre. Es la única solución. Los impios serviran a una buena causa. Sus cuerpos alimentaran nuestra fe, y nuestros estomagos. Juramos proteger la reliquia hasta el fin de los tiempos.
Que asi sea!!!
Del diario de Lord Hoster Sunblaster,
Comandante de la abadia de San Albrecht,
Paladin de Lathander
Comandante de la abadia de San Albrecht,
Paladin de Lathander
Hola
ResponderEliminarMe imagino que estáis muy liados y tal, pero los comentarios del blog están un poco muertos (tiene gracia que lo diga dolser)
A ver si os animáis, hombre.
Saludos
Habéis visto las tres palabras, no? Ahí las tenemos!!! En el VI dice Nuestros son el deber, la justicia y la lealtad!
ResponderEliminarYa podemos entrar en la sala del Caballero paciente sin que nos corte la cabeza!! Él, como mínimo, je, je, je!
ResponderEliminarTeneis razón maga... pero el primero en darse cuenta fue esa presencia que nos acompañó durante la última jornada... Víctor "The Black Pearl" es su nombre... tal vez en el futuro se una a nuestro grupo...
ResponderEliminarPues yo no me enteré!
ResponderEliminarDeberíamos ir hablando de qué vamos a hacer si salimos alguna vez vivos del Monasterio.
A mi me gustaría ir a ver al Lord Markelhay y averiguar que le ha pasado a su hijo.
Estoy de acuerdo con vos maga. Tal vez deberíamos dirijirnos a LoudWater y averigurar el porque Lord Markelhay ha dejado a su suerte a los habitantes de Cima del Salto... como en su día sus antepasados lo hicieron con los monjes del Monasterio
ResponderEliminarPero primero entremos en la cripta a ver que nuevos horrores nos depara ese engendro antes conocido como Abad Caradon
Debemos armarnos de valor y cruzar la puerta del Caballero, pues es la única manera de purificar de una vez por todas este triste monasterio lleno de muerte y malvad.
ResponderEliminarYo sigo a la elfa, voto por soltarle las tres palabras a la puerta y a ver qué pasa... se abrirá y estemos preparados para lo que vayamos a encontrar dentro. Eliminemos el mal de este lugar de una vez y salgamos de aquí que esto me está matando...
ResponderEliminarY si salimos ya veremos, pero una pregunta, dónde está el peregrino???
Yo creo que el peregrino está detrás de la puerta esperándonos con toda su nigromancia. Será un honor enfrentarme a él a vuestro lado. O mejor dicho, detrás vuestro.
ResponderEliminarPor cierto, ¿Dónde dejaremos a Dolser mientras luchamos, porque esto está lleno de no-muertos y me da miedo que le hagan algo.
Gracias por acordaros de mi personaje, tenía miedo de ser pasto de los nomuertos.
ResponderEliminarÁnimo, compañeros.
Mis valientes compañeros!!
ResponderEliminar¡El maldito nigormante nos espera tras la puerta! ¡Debemos enfrentarnos a él y hacer que su alma se enfrente a la ira de los Dioses!
En cuanto a Dolser creo que estará seguro en lo alto de la torre. Una vez extirpado el mal del monasterio podemos recoger su cuerpo e ir a LoudWater, tal vez allí podamos encontrar a algún clérigo con los conocimientos suficientes para resucitar a nuestro amigo.
¡Que la ira de Moradín caiga sobre nuestros enemigos!