Crónicas de una campaña de D&D, en un mundo fantástico, lleno de seres extraños...
martes, 28 de septiembre de 2010
RUMORES DE GUERRA AL PIE DE LAS MONTAÑAS
Los hechos son claros. Las tribus goblinoides de las montañas del Espinazo del Dragón se han puesto en pie de guerra. Kobolds, orcos y goblins se acercan a las zonas pobladas de los valles para realizar incursiones, robar ganado y asesinar a los pobres campesinos, que se ven desvalidos ante la fiereza de los ataques. El Baron Markelhay, señor de las tierras fronterizas, se ve desbordado por la insistencia de los ataques. En esas circunstancias, un variopinto grupo de aventureros ha llegado por su cuenta a la villa de Cima del Salto, segunda en importancia en la región, para investigar que hay de cierto en tales hechos.
Aaron Greyjoy, antiguo capitan de la guardia en Suzail, se encuentra enviado por una misteriosa organización para reparar y contener el daño en la región. Si fracasa, las lineas de suministros que conectan las ricas minas del este con la capital quedarán cortadas.
Rhaegar Crow, Vengador sagrado de una misteriosa y nueva deidad que reclama la Muerte como su feudo ha sido empujado por las hebras del destino a la región. Su sola presencia es un presagio de destrucción.
Dolser, ermitaño oriundo de Cima del Salto, extraño y arisco, esconde el secreto de una comunión con la naturaleza tan fuerte como su voluntad. Los actos de los goblinoides han logrado enfurecer a la madre Tierra, y ella alza su voz mediante el afilada hacha de batalla del ermitaño.
Valasar, honorable Draconido, miembro de una antigua y poderosa estirpe inmersa en la decadencia, se encuentra viajando a ls tierras del barón Markelhay para reclamar justicia sobre él y sobre su pueblo, después de sufrir los abusos por parte de la población del valle. Sólo su fe inquebrantable en el bien común mantiene sus pasos.
Karandûr, enano del clan Durgan, clérigo devoto de Moradín, se encuentra en la baronía de Markelhay destrozad por los recuerdos de un clan desgarrado. Sólo su fe inquebrantable en la justicia de su pueblo le impulsa a viajar para enfrentarse a todo ser que se oponga a su credo. Orcos, goblins y gigantes deben saber que sentirán el peso de la justicia enana en la forma de un martillo pesado clavado en sus miserables cerebros. Pues así está escrito...
Por último, Nâiada, eladrin de la Isla Esmeralda, hija de Alair Silverwind, ha huido de su tierra natal con la misión de encontrar a Elric, de quien los altos elfos dicen que es el último profeta de Corellion. Sólo él conoce el contenido completo de una profecía que ensombrece el corazón de la Noble Gente. Una profecía que comienza así:
"El primer día, el lobo blanco hablará..."
Todos ellos se encuentran en Cima del Salto, descansando de la última incursión Kobold y pensando en el próximo paso. Mientras hablan, el cielo se oscurece en el este.
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¡En verdad fue una gran victoria guiada por la firme mano de Moradín!
ResponderEliminarLa mera existencia de estas oscuras criaturas ya es una afrenta suficiente a mi Dios, pero lo es más aún cuando osan atacar a ciudadanos indefensos.
¡Ha sido la Providencia la que nos ha unido en esta ciudad compañeros! Ahora debemos permanecer juntos y averiguar quien está detrás de la organización de estos ataques. Sea quien sea el que se oculte detrás del símbolo de la Garra Blanca sucumbirá bajo el Martillo de Moradín, pues en este mundo no caben los seres impíos.
Sólo los enanos considerarían una gesta destruir TODO el MAL en el mundo... Pero, por otra parte, sólo los enanos se atreverían a afrontarla.
ResponderEliminarEl inicio de la profecía resuena en mis sueños a través de la voz de mi Diosa... tenemos que averiguar su contenido y desentrañar su sifnificado...
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